El último rincón cinematográfico nos lleva a Islandia. Europa también alberga algún que otro recoveco y este país es uno de ellos. Desde hace unos años esta isla está más presente en los medios, vamos conociendo un poco más su idiosincrasia y sus logros, así como también su cultura.
En el panorama cinematográfico nunca se ha internacionalizado tanto como los países dentro de su órbita (Dinamarca, Suecia, Noruega o Finlandia), pero en los últimos años la producción islandesa ha ido colándose en el los festivales internacionales, como el de la SEMINCI en Valladolid.
Tal vez el filme que ha cosechado más fama últimamente ha sido Rams. El valle de los carneros, que consiguió premios en Valladolid y en Cannes, entre otros.
Sin una producción desmedida, poco a poco, los títulos islandeses van abriendo hueco y colándose en los ciclos de cine y en las pequeñas salas para mostrarnos otra ventana al mundo.
Buenos vecinos es una película de buena factura técnica, con ritmo pausado y cuidada narración. Es una comedia, negra, sobre las relaciones sociales y el ser humano, donde explora la incomunicación colectiva propia de una isla muy particular, pero tal vez aplicable a muchos más sitios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario