El debut en la dirección de Julia Durcounau no deja indiferente a nadie y hace girar al 'Club de cine' por lo menos 180º, con respecto a la película anterior. Durcounau realiza una cinta de terror psicológico, cercana al body horror. Crudo es una película descarnada, que aborda temas como la crisis de la edad, el aceptamiento de uno mismo y las cargas psicológicas que soportamos, el encaje social, las novatas...
Por todo el fondo y sobre todo por la forma es por lo que esta ficción puede resultar un poco dura para miradas sensibles. Tal es así, que en su estreno tuvo más repercusión gracias a las polémicas por lo desagradable de algunas escenas, algo que este tipo de películas siempre trae consigo casualmente o no a veces no tanto, sumando un poco más de publicidad y marketing.
El terror en mayor o menor grado y en sus múltiples variantes y formas puede acarrear muchas veces una carga de simbolismo muy rica. Muchas de ellas, a la que se puede incluir Crudo, no dejan de ser un cuento, una crítica o una reflexión sobre la persona o el mundo que ya lo quisieran para sí las cintas más sesudas de algunos festivales.
Con respecto a su forma, como ya se ha apuntado, Crudo se acerca al terror psicológico con clara influencia de David Cronenberg y la primera mitad de su filmografía (Scanners, Videodrome, La Mosca...), lo que denominaron los críticos 'Nueva Carne' (transformaciones corporales que pueden implicar una transformación personal o social a nivel moral).
La 'opera prima' de Durcounau ha sido premiada con entre otros el premio FIPRESCI en Cannes y galardonada en Sitges con tres premios entre ellos el de mejor director novel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario